En la música quebró prejuicios coloniales, rebelando y revelando, las profundidades y las alturas inmarcesibles de la cultura musical andina.
Fue autodidacta como el pensador marxista más importante del Perú, José Carlos Mariátegui y el gran novelista de la cultura andina, José María Arguedas. El mundo se inclinó ante su arte depurado y cuidadoso, pero jamás carente de emoción telúrica.
Como decía de él, J.M. Arguedas, su virtuosismo no lo alejo nunca de las formas esenciales de la música andina tradicional, fundamentalmente, ayacuchana, que alimentaron desde niño su pasión por la guitarra.