Raul Garcia Zarate: Im Gedenken an Perus universellsten Gitarristen

En la música quebró prejuicios coloniales, rebelando y revelando, las profundidades y las alturas inmarcesibles de la cultura musical andina.

Fue autodidacta como el pensador marxista más importante del Perú, José Carlos Mariátegui y el gran novelista de la cultura andina, José María Arguedas. El mundo se inclinó ante su arte depurado y cuidadoso, pero jamás carente de emoción telúrica.

Como decía de él, J.M. Arguedas, su virtuosismo no lo alejo nunca de las formas esenciales de la música andina tradicional, fundamentalmente, ayacuchana, que alimentaron desde niño su pasión por la guitarra.

Guitarra, que fuera el instrumento de los “Señores”, prohibido para los aborígenes de América por los conquistadores españoles.

Pero su lenguaje universal, no fue solo la música y la guitarra, sino una técnica y ejecución, trabajados minuciosamente, hasta la perfección, lo que le valió que grandes maestros de la guitarra a nivel mundial, lo reconocieran con orgullo, como uno de ellos y de los mejores.

Lo que era canto popular en los villorrios y las punas, de fiesta o melancolía, lo hizo ritmo y melodía instrumental. Y como los grandes maestros de la música de occidente, construyó, con precisión de orfebre, los moldes universales para fraguar la música tradicional andina, al nivel de lo clásico.

Y desde su natal Huamanga, serrana, capital de la Región Ayacucho, desconocida para los parámetros de la cultura dominante, hizo visible y admirable la riqueza cultural del pueblo andino: avasallado, despreciado, postergado por siglos… pero no vencido.

El Doctor Raúl García Zarate, desde los más luminosos escenarios del orbe, ha sido y seguirá siendo, a través de su amplia producción fonográfica, un poderoso ariete de vanguardia del gran renacer andino, ese, que rescatará a la humanidad de los falsos civilizadores del dinero.

La Pachamama, la madre tierra, ya está gozando el nuevo día que viene, ya está bailando con la excelsa vibración de las cuerdas libertarias, digitadas maravillosamente por el Doctor… de la Guitarra.